UN VIAJE INFINITO
Cuando escogí a Fernando Puche como fotógrafo homenajeado no sabía que iba a comenzar un viaje, un largo viaje.
Encontrarme ante un paisaje es quizá la experiencia vital que más me llena y satisface. No puedo decir que haya estado ante los paisajes más espectaculares de nuestro planeta, ni siquiera de la península, pero siempre intento disfrutar de ese momento íntimo, de encuentro conmigo mismo, de paz y regocijo interior cuando me alejo del ladrillo y del asfalto. La fotografía llegó más tarde, al principio me ayudó a revivir mis sensaciones y después a compartirlas con los demás. Por eso me gusta fotografiar la naturaleza.
Fernando Puche también fotografía paisajes. No sé que tendrán pero consiguen atraparme. Me detengo en ellos deleitándome en su contemplación mientras que recorro los míos intentando encontrar ese algo, la imagen excepcional esquiva, que se resiste a formar parte de mi álbum de fotos.
Fue entonces cuando comenzó mi viaje: la búsqueda del secreto para conseguir la imagen cautivadora. Analicé las fotos de Fernando, estudié su modo de componer, la técnica, el equipo… Me examiné a mí mismo, mi modo de fotografiar, mis conocimientos, mi actitud… Todo en vano.
Parecía un periplo sin sentido hasta que leí su pensamiento escrito en los libros y lo escuché de su misma boca. Entonces comencé a entender, tengo que soñar mis propios paisajes y afrontarlos de un modo personal, pero antes…
Antes hay que ir pasando una serie de etapas y aprender de cada una de ellas: lograr que nuestras propias fotos nos gusten, imitar las imágenes de nuestros autores preferidos, conseguir plasmar esa idea imaginada, mirar con otros ojos... Una vez que sea capaz de subir esos peldaños seré capaz de extraer cosas nuevas, para mí, de esos lugares. Aparecerá entonces ese paisaje excepcional y evocador de fuertes emociones.
Sigo viajando, no sé ni cuándo ni cómo llegaré a mi destino, pero ahora al menos cuento con un guía.
En este espacio Fernando y yo compartimos una búsqueda: la del paisaje generado por los encuentros pasionales entre el agua y la tierra, fruto de un amor paciente, poderoso y eterno, resultando de su unión una obra de arte titánica pero sobre todo seductora.
Cartel maquetado por Ignacio Fernández.
Continuando con la visita de mi espacio en la exposición El espacio compartido, y una vez conocido a Fernando Puche y observadas las fotografías que conforman la misma, la parada en el cartel informativo es parada obligada. Con su lectura el visitante puede comprender los porqués de la elección, las influencias y lo que para mi ha supuesto la experiencia.
Ahora todo tiene sentido y puedo afirmar que un sueño se ha cumplido. Por último, solo me queda dar las gracias a la Asociación Fotográfica la Paz por haberlo hecho posible.
P.D. Fotopaco, omnipresente en los actos y eventos relacionados con el arte que se celebran en la localidad y fuera de ella, ha publicado un reportaje donde narra sus impresiones del día de las inauguraciones de las diferentes exposiciones fotográficas del Centro Cultural Tomás y Valiente. En él dice lo mucho que le gusto la muestra, además ha tenido a bien comentar favorablemente las fotos que yo presento y publicar una foto de mi persona frente a las mismas. El artículo se titula Isabel Muñoz, Ciuco Gutiérrez, El espacio compartido - Varios fotógrafos y la visita es obligada para hacerse una idea acerca de lo que he estado contando en estos últimos post.