De Álbum de fotos |
El verano pasado estuve en el Pedregal de Irimia, lugar de nacimiento del río Miño y quedé muy impresionado por las moles pétreas acumulados en este tramo de la ladera, restos de una morrena glaciar. Pero dada la estación del año y las escasas lluvias del año pasado, sólo era un hilo el agua que afloraba bajo las rocas y que apenas dejaba rastro en la fotografía.
Por ello, esta primavera la vuelta era obligada para, por fin, conseguir fotografiar las aguas del río Miño en uno de sus orígenes.
Uma belíssima fotografia, Antonio !
ResponderEliminarNunca aí estive.
Fiquei maravilhado com o nuestro Miño !
SALUDOS amigos.
Bienvenido, devuelvo la visita.
ResponderEliminarSaludos.