Ya os comenté que "o Avó" además de viejo, está enfermo. Su copa pierde las hojas por efecto del viento y los temporales y unos hongos parisitan la madera en putrefacción de su base. No obstante, soportó el paso del huracán Klaus en 2009 y no ha perdido un ápice de su porte majestuoso que fascina a los visitantes.
Aunque el abrazo con el que intentamos rodearle para abarcar su inmensidad y la foto de familia que nos hicimos en su base ya no volveremos a repetirla. Los botánicos afirman que la cura pasa porque seamos menos los visitantes que aplastamos con nuestras pisadas el terreno que lo rodea, impidiendo su respiración. Por ello, el siguiente homenaje lo haremos desde la distancia.
¡Ánimo Avó!, sigue creciendo.
Es... ¡enorme! A veces no nos damos cuenta (porque no lo sabemos) del "daño" o mejor dicho perjuicio que causamos a la naturaleza cuando somos muchos los que frecuentamos el mismo lugar. Es normal que todos queramos vistar este o aquel lugar, pero...
ResponderEliminarEspero que o Avó se recupere despues de ese abrazote familiar :)
Enorme ..
ResponderEliminarSaludos.-
Bonito homenaje para este magnifico ejemplar. Un abrazo.
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ResponderEliminar· Ya se ve. Un árbol impresionante.
· Fantástico ese respeto a la naturaleza. Que cunda el ejemplo.
· Saludos
· CR · & · LMA ·
Excelente fotografia....
ResponderEliminarCumprimentos