Contábamos en el planteamiento del fotoenigma que la sepultura del mariscal quedó al descubierto tras realizar unas obras en la catedral de Mondoñedo en 1965, en la que figuraba el escudo de armas del mariscal y la inscripción:
Pardo de Cela arno de Viveiro
y que fue trasladada a otro lugar del interior de la catedral.
Pero antes de señalar el lugar tengo que comentar que el mariscal no sólo sufrió la condena de la decapitación, sino que también se le aplicó la damnatio memoriae, por la que toda referencia a su figura debía de ser eliminada y su nombre relegado al olvido. Su fortaleza (A Frouxeira) y los símbolos de su poder son arrasados, pero la dura lucha que mantuvo contra los reyes Católicos, la traición que sufríó por parte de sus criados que condujeron a su prendimiento y la trágica muerte lo convirtieron en un mito, surgiendo canciones y romances que los trovadores llevaban de mercado en mercado, así la figura del mariscal se transforma leyenda. Incluso hoy día se le considera todo un símbolo de la resistencia de la nobleza gallega frente a la castellana.
Dicho lo cual, cabría suponer que ahora ocupa un lugar preferente de la catedral de acuerdo a su alto rango. Pues no, se encuentra en un oscuro rincón del deambulatorio, y su lápida, fruto del roce de las pisadas está muy desgastada, de modo que, para evitar un mayor deterioro, se ha puesto un banco sobre la piedra.
ResponderEliminar· Afortunadamente, tú, con tu post, ayudas a conseguir que la damnatio memoriae se quede en papel mojado... y algo más habría que hacer para que esa forma de condena no exista... ni indirectamente.
· Saludos
··CR· & ·LMA·
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