El desgraciado animal intenta huir de su captor y de los curiosos mimetizándose con el entorno y refugiandose en las grietas de las rocas, sin mucho éxito.
No obstante, aún no había llegado su hora. El kilo y medio que aproximadamente pesaba no era suficiente para el chaval que lo pesco, por su merma en el guiso, así que lo volvió a depositar en el mismo agujero de donde lo sacó.
Una semana después, en el Carrefour vendían a 12 euros el kilo ejemplares de menor tamaño que el de la fotografía.
Pezqueñines no, gracias....sabia elección
ResponderEliminarBuen reportaje y buenas fotos.
Saludos.-
Yo sólo quería decirte, Antonio, que tus reportajes son muy buenos, que me gustan mucho tus fotos, por auténticas, y asimismo valoro cómo escribes, tanto al respecto del estilo, como en lo que concierne al alma que en ese estilo habita. Me disculpo por no haberme pasado por aquí desde hace tiempo. Error que pienso subsanar a partir de ahora. Un abrazo, Antonio, y hasta pronto.
ResponderEliminarInteresante, como la mayoria de tus reportajes, llenos de historias y anecdotas como en este caso.
ResponderEliminarun saludo.
Por el momento ese pequeño pulpo se salvó de servir de alimento condimentado con sal y pimentón. Andate con cuidado pequeñin que no sabes con quien te vas a topar la próxima vez. Saludos.
ResponderEliminarBuenas fotos Antonio. Mi hija se niega a comer pulpo desde que se enteró que era inteligente. Yo he de confesar que me lo como sin remordimiento alguno. Abrazos.
ResponderEliminar@Enrique G.A.
ResponderEliminarGracias por comentar. El chico llevaba un par de horas recorriendo las rocas y aún así lo soltó, yo no sé si hubiera sido capaz ;)
Saludos.
@Ramón García Durán
ResponderEliminarMuchas gracias, me ha gustado mucho tu referencia a los escritos, ¡uf! como cuesta juntar las palabras. Por otra parte no debes disculparte, pásate o no cuando puedas o quieras, con total libertad. A mi también me gustaría estar al día con las lecturas y comentar más, y también publicar.
Saludos.
@velarde
ResponderEliminarGracias. Estuve hablando con el chico acerca de como realizaba las capturas, y también me dejó coger el animal. La sensación es indescriptible, aunque no guardo imágenes de ello, hubiera sido otra interesante historia.
Saludos.
@Japy
ResponderEliminarGracias. Con lo inteligentes que son dudo mucho que a éste le pesquen de la misma manera.
Saludos.
@Sebastián Navarrete
ResponderEliminarGracias. Cuentan una historia de pulpos en el barco museo bonitero de Burela increible pero cierta. Aunque a mí me pasa lo que a ti, no perdono una buena ración de pulpo a feira.
Saludos.
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EliminarCrítica sí, insultos no, por favor.
EliminarEs la primera vez que he tenido que borrar un comentario en este blog, y aunque no es imprescindible no estaría de más que te identificaras.
no me gusta ni un pelo este asco de pulpo, lo siento.
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