Los espinos y frutos de este arbusto destacan ante la masa granítica del macizo de la Maliciosa, una de las montañas más importantes de la sierra de Guadarrama. Son los últimos alimentos que las plantas ofrecen a los animales para afrontar el duro invierno, después la primavera y vuelta a empezar.
Esta foto pertenece al álbum web Sierra de Madrid.