01 agosto 2013

Pinturas murales de la catedral de Mondoñedo (iv), la matanza de los Santos Inocentes.

La Matanza de los Santos Inocentes - Pinturas murales de la catedral de Mondoñedo - Imagen obtenida juntando las fotografías de los dos murales - Fotocomposición: Antonio Herrera Huerta.

"Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios lo habían engañado, se puso muy furioso y mandó matar a todos los niños menores de dos años, que vivieran en Belén y sus alrededores. Así se cumplió lo que Dios dijo por medio del profeta Jeremías: «Grandes llantos y lamentos / oyó la gente de Ramá. / Era Raquel, que lloraba / por la muerte de sus hijos, / y no quería ser consolada.»" (Mt 2, 16-18)
La iconografía suele representar este pasaje evangélico con dos escenas que aparecen fusionadas. En primer lugar aparece Herodes acompañado por un acólito y los sicarios que van a ejecutar su mandato, y posteriormente se presenta a las madres con sus hijos y el grupo de soldados que les dan muerte, y en muchas ocasiones un grupo de cadáveres amontonados.

El rey presenta los atributos y gestualidad propios de los poderosos: entronizado, portando cetro o espada, mesándose las barbas, cruzando las piernas... Respecto a las madres, lo característico en las representaciones es el énfasis en el horror y la angustia ante el asesinato de sus hijos. También son comunes actitudes particulares de algunas de ellas como el mesarse los cabellos, luchar contra los soldados, la posición genuflexa... Es un tema recurrente que los verdugos sostengan por los pies cabeza abajo o agarrando de los cabellos a sus víctimas. En la época románica y gótica se caracterizan como los caballeros del momento, con cota de malla y elementos del arnés.

La iconografía también se va enriqueciendo con el tiempo, en las representaciones se van añadiendo con nuevos temas que no aparecen en los textos. Así, en la época bajomedieval, aparecen madres que suplican a los verdugos y a Herodes, también se intensifica el horror y la brutalidad de las escenas destacándose el tamaño de las armas. En la época tardogótica, que es el tiempo de las pinturas murales de Mondoñedo, se extrema el derramamiento de sangre y el dramatismo de los hechos.

En las pinturas de la catedral de Mondoñedo pueden contemplarse estos elementos. D. José de Villaamil y Castro, su descubridor y primer investigador de las mismas, describe cómo el pintor va desarrollando los acontecimientos de la escena evangélica. En el cuadro superior, que fue dañado por la instalación del coro de la catedral y del que sólo se conserva una banda de 35 centímetros, puede intuirse a Herodes sentado en su trono y a sus pies una mujer que le pide misericordia. A la derecha se representa la huida a Egipto, quedando restos de la ropa de la virgen, las patas traseras del asno y el báculo de San José. En los cuadros medio e inferior se desarrolla la escena de la degollación de los inocentes, donde aparecen quince soldados y veinte mujeres. "Los soldados visten yelmo, cota de malla con sobre-veste acuchillada, jubón y calzas de colores. Las mujeres lucen tocas o turbantes en la cabeza y largas faldas, jubones y corpiños. Las indumentarias y las armas recuerdan a las usadas en el siglo XIV, aunque algunos detalles parecían del siguiente". Respecto a la actitud de las figuras representadas indicar que los soldados muestran con sus gestos su determinación y expresión de impasibilidad para realizar el mandato de Herodes: alanceando a bebés que están en el suelo, dispuestos a dar tajos con sus espadas a niños que tienen agarrados por las manos o bien asestando estocadas hasta el punto de decapitar a alguno de los infantes. Las mujeres muestran el horror y el terrible dolor que están sufriendo al ver morir a sus hijos, pero también algunas intentan huir con ellos de los soldados y otras se arrojan al suelo para protegerlos con sus cuerpos de las espadas. Hay otras que se enfrentan directamente a los soldados agarrándoles por los brazos o por el cuello, intentando arrancarles sus armas y escudos, a uno de ellos incluso han conseguido derribar al suelo, caído de espaldas dos mujeres le sujetan, una poniendo sobre él todo el peso de su cuerpo y la otra agarra la mano del soldado que aún empuña el arma.

Hay que destacar que las actitudes que mantienen las mujeres es diferente según su condición social o raza a la que pertenecen, perfectamente distinguibles por la diferencia entre sus tocados y por los tonos de piel. Las que están peor vestidas, de tez morena y bastas facciones, tocadas con turbante, lo que indicaría que son judías o moras, en cualquier caso de clase social poco elevada, son las que defienden con violencia la vida de sus hijos, mientras que las mujeres de tez más blanca y delicadas facciones, también mejor ataviadas, de maneras distinguidas, de clase social más elevada, se enfrentan a los soldados mostrando su dolor ante la muerte, protegiendo a sus hijos con sus cuerpos o huyendo.

Simonetta Dondi, conservadora del museo diocesano, interpreta que el pintor quiso mostrar con las diferentes actitudes de las mujeres el valor de la resignación cristiana ante la muerte, la aceptación de que la vida de los cristianos se encuentra en manos de Dios, unas vidas que se deben disponer ante él con entera confianza, siendo para bien, aunque no se pueda ver el sentido de lo que sucede, en contraposición con los paganos e infieles que carecerían de tal virtud.

Los Inocentes desde antiguo serán considerados por la iglesia como los primeros cristianos y mártires, alcanzando la categoría de Santos, existiendo una analogía entre los infantes y Cristo de acuerdo con su común inocencia y pureza y del valor sacrificial de su muerte.

Por último, en la parte inferior aparece un largo letrero, el que se conserva la inscripción:

ESTES SON LOS SANTOS Y NOCENTES QUE EL REY ERODES MANDÓ DEGOLAR...

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Fuentes:

JOSÉ VILLA-AMIL Y CASTRO, “Pinturas murales de la catedral de Mondoñedo”, Museo Español de Antigüedades, I, 1872, pp. 220-233 (cap. III, pp. 225-230 para las escenas de la vida de san

MANSO PORTO, C. “La colección de dibujos de José Villaamil y Castro conservados en la Real Academia de la Historia”. Abrente, boletín de la Real Academia Gallega de Bellas Artes de Ntra. Sra. del Rosario, nº 40-41. 2008-09. Disponible en línea: http://www.academiagallegabellasartes.org/gestor/archivos/10CarmenMansoPorto.pdf

GARCÍA GARCÍA, F. de A. "La matanza de los Inocentes", Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. III, nº 5, 2011, pp. 23-37. Disponible en línea: http://pendientedemigracion.ucm.es/centros/cont/descargas/documento37886.pdf

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Publicado también en: Rincones de la Mariña.